sábado, 7 de enero de 2017

Para la reflexión

«It is related of the Socratic philosopher Aristippus (c. 435 – c. 356 BCE) that, being shipwrecked and cast ashore on the coast of the Rhodians, he observed geometrical figures drawn thereon, and cried out to his companions: "Let us be of good cheer, for I see the traces of man." With that he made for the city of Rhodes, and went straight to the gymnasium. There he fell to discussing philosophical subjects, and presents were bestowed upon him, so that he could not only fit himself out, but could also provide those who accompanied him with clothing and all other necessaries of life. When his companions wished to return to their country, and asked him what message he wished them to carry home, he bade them say this: that children ought to be provided with property and resources of a kind that could swim with them even out of a shipwreck...»

(Vitruvio en De architectura [Libro VI])

6 comentarios:

Octavio dijo...

¿?

José Hdz. Stgo. dijo...

Hermano: Acabo de editar la entrada. ¿Tus dudas y/o objeciones son al párrafo en sí o a la malísima traducción al español del mismo que había publicado originalmente?

Próspero año nuevo para ti y los tuyos.

Cordialmente,

J.H.S.

Octavio dijo...

Pues de hecho la traducción era bastante buena, mi hermano. Pienso que este fragmento está elegido de modo que está extremadamente a la interpretación (más, creo, tratándose de algo que llama tu atención). ¿Será que los mensajes son, por ejemplo...?

1) ¿Que se apresura Arístipo en concluir que las líneas en la arena son vestigio de actividad humana?
2) ¿Que lo hayan tratado bien sin motivo aparente?
3) ¿Que no quisiera regresar a su casa, seducido por las dádivas, mientras que los demás sí?
4) ¿Que la actividad intelectual es algo con lo que se puede nadar y tiene valor?

¿?

Octavio dijo...

Olvidé escribirte en el comentario anterior que igual te auguro un muy feliz y próspero año nuevo, hermanazo.

José Hdz. Stgo. dijo...

Pienso que si lo trataron de ese modo es porque Arístipo los deleitó con sus intervenciones en la ágora. Eran otros tiempos claramente (y, justamente, el que la anécdota los evoque al menos por unos cuantos segundos es algo de lo que más me agrada de ella). La elocuencia era una facultad cara a los antiguos griegos; tanto es así que en su panteón había cabida incluso para una musa de la elocuencia. En contraste, hoy en día se habla de un "séptimo arte" pero, como ya lo hiciera notar el preclaro Eduardo Torres hace muchos años, la mejor prueba de que el cine no es un arte es que no tiene MUSA.

Octavio dijo...

¿Tal vez el cine es una colaboración entre musas? :D